Si usted es regularmente parado por la policía de Filadelfia, probablemente es un hombre Negro. Si no es regularmente parado por la policía, necesita ver este video de una detención policial en Philadelphia. Adelante, véalo. Lo espero. 

En el video, dos oficiales de policía en Filadelfia detienen su patrulla para parar a dos hombres que están caminando en la calle, aparentemente después de que ellos saludaron a un tercer hombre en la calle. 

“No se le saluda a los extraños,” dice un oficial. Los hombres son empujados contra la patrulla, inspeccionados, amenazados e insultados repetidamente por los oficiales durante 16 largos minutos. Cuando la policía los deja ir, uno de los oficiales dice, “Cruzaron la calle en rojo.” 

Miles de veces al año, la gente de Filadelfia-- en su mayoría hombres Negros-- son parados en la calle y sometidos a detención e interrogatorios, frecuentemente forzados a poner sus manos sobre la patrulla, o a sentarse en la calle para que la policía pueda “investigarles” por escupir, o cruzar la calle en rojo, o algún otro tipo de “delito” menor como tener contenedores con licor abiertos, obstruir banquetas, mendigar, tirar basura, andar en bicicletas en las banquetas, “traspasar” en parques u otras areas después de horas oficiales y fumar marihuana afuera. 

Casi la mitad de las detenciones hechas por la policía de Filadelfia son por estos “delitos” menores.

La gente que no es regularmente parada por la policía puede pensar que una detención y cacheo es una inconveniencia menor. Pero la realidad es que no lo es. En promedio, según los récords de la policía, la detención dura 13 minutos-- lo suficiente como para lograr que la persona llegue tarde a donde vaya. Si la persona resiste, o discute con la policía-- y a veces hasta cuando no-- la situación puede escalar a violencia. Todo esto ocurre en las calles públicas, bajo la vista humillante del público, que tal vez se pregunte qué hizo la persona para atraer la atención de la policía. 

Abogados de derechos civiles demandaron a la ciudad hace una década, afirmando que la policía de Filadelfia estaba deteniendo a la gente sin razón legal, señalando más a la gente Negra que a la gente blanca. La ciudad firmó un acuerdo prometiendo el cambio, y durante la última década, la policía de Filadelfia ha reducido el número de personas que detiene y ha instruido a la mayoría de los oficiales sobre qué y que no constituye una razón legal para una detención. 

Pero las disparidades raciales en cuanto a quién es y quien no es detenido no han cambiado. Aún con menos detenciones, aun con mejor entrenamiento policial en los requisitos legales para una detención, la gente Negra-- especialmente los hombres Negros-- son detenidos con índices mucho más altos que los blancos. 

Este año, por primera vez, el juez federal que supervisa la demanda Bailey ha ordenado que la ciudad tome pasos diseñados para reducir las disparidades raciales, y uno de estos pasos es terminar la práctica de parar a la gente por cruzar la calle en rojo y otras ofensas menores. ¿Qué tiene que ver esto con las disparidades raciales? Bueno, estas detenciones menores son aún más basadas en la raza que las detenciones que hace la policía cuando hay sospecha de crímenes más serios. 

Así que, comenzando en Agosto, cuando la policía del Distrito 14 - Germantown, Mt. Airy y Chestnut Hill - vea a alguien escupiendo, cruzando la calle en rojo y haciendo ruido excesivo, o cometiendo algún otro delito menor, esos oficiales le pedirán a la persona que paren lo que están haciendo o se vayan del área. Si la persona cumple o se va, así terminará el incidente - no cacheo, no tomar su identificación, sin escalar la situación y sin arresto. Solo si la persona se rehúsa a cumplir, la policía podrá escalar el encuentro a una detención con posible arresto.

Después de tres meses, el juez decidirá si este programa debe ser expandido a otras partes de la ciudad. 

Para aquellas personas que viven en el distrito piloto y que están preocupadas por el cambio en la ejecución de la resolución judicial, la policía seguirá interrumpiendo estos delitos menores pero sin amenaza inmediata de arresto a la persona cometiendo la ofensa. 

La esperanza es que con el tiempo, reducir el número de personas que entran al sistema criminal legal hará nuestras comunidades y barrios más seguros.